En la entrada de hoy hablaremos del Nissan GT-R, un deportivo muy famoso por sus apariciones en películas de automovilismo (sobre todo callejero) como es el caso de la famosa saga Fast & Furious; en la que el Nissan Skyline GT-R r34 es uno de los coche predilectos de Paul Walker, que en paz descanse.
En primer lugar haremos una referencia a la evolución histórica de este deportivo y luego nos centraremos en el potencial que tiene este coche.
Cabe destacar que este modelo desde su creación en 1955 por la empresa Prince Co. que se dedicaba fundamentalmente a la construcción de aviones (luego absorbida por Nissan) hasta el 2007 se conoció con el nombre de Nissan Skyline GT-R, pero fue en la última fecha señalada con la aparición del modelo r35 cuando Nissan decidió eliminar el nombre de “skyline” y que el deportivo pasara a llamarse sólo Nissan GT-R.
En sus inicios el Skyline fue creado como un automóvil para la familia puesto que era un sedán de cuatro puertas, con una gran capacidad de carga y constituido de un sistema de seguridad muy completo. Pero esta concepción del Skyline como un coche familiar pronto fue abandonada ya que en seguida fue lanzada su versión coupé que le atribuía rasgos mucho más deportivos. En 1989, se lanzó el modelo Nissan Skyline GT-R r32, experimentando una fuerte transformación ya que se le empezó a equipar con un motor de seis cilindros en línea con un doble turbo con una potencia de 280 CV a 6.800 rpm con una aceleración de 0/100 km/h en 4,7 segundos, poseía tracción a las 4 ruedas así como un novedoso sistema ATTESA-ETS que generaba un par motor independiente en las 4 ruedas cuando detectaba una pérdida de tracción. Este emblemático modelo marco un hito en su época porque era capaz de derrotar a coches míticos como eran el Porche 911, el Toyota Supra o el Mazda RX-7. En 1996, Nissan lanzó la versión r33 que mecánicamente poseía el mismo potencial que su antecesor pero debido a sus mayores dimensiones era mucho menos competitivo, esto llevo a Nissan a trabajar en un modelo posteior, el Skyline r34, en el cual nos centraremos por ser –en mi opinión- uno de los coches con los que cualquier amante del motor soñó alguna vez debido tanto a su apariencia como a su gran potencial, que no tiene nada que envidiar a superdeportivos como Porche, Ferrari o Lamborghini. Por último tenemos el Nissan GT-R r35 (ya sin la denominación Skyline), de dicho modelo también haremos una referencia más exhaustiva mas adelante.
Pues bien, el Nissan Skyline GT-R r34 fue vendido desde el año 1999 hasta el 2002, año en el que se detuvo completamente su producción. Este magnífico modelo se había construido con un chasis más rígido para soportar mejor la torsión, se habían mejorado los frenos así como las suspensiones, toda la parte electrónica se rediseñó creando un sistema ATTESA-ETS y un sistema HICAS completamente nuevos. Este modelo de Skyline contaba en su salpicadero con un monitor con información de diferentes parámetros como la presión de soplado de los turbos, la temperatura del aceite, un medidor de fuerzas G y un largo etc, por esto fue conocido como el coche de la generación “PlayStation”. Este potente monstruo contaba con 505 CV de potencia declarados, que normalmente en la práctica alcanzaban los 520 CV alcanzando los 100 km/h en 4,5 segundos. Sus 520 CV junto con su sistema de tracción total hacían de él, incluso de serie, una bestialidad de automóvil incluso frente a vehículos con el doble de potencia y de precio, alcanzando una velocidad de 320 km/h de serie. Después de su versión normal, comenzó a trabajarse en versiones V-Spec (I y II), M-Spec o Nür, y millones de piezas con las que podías modificar tu Skyline para hacerlo el coche más rápido de tu ciudad. Una de las características más destacables y que más llaman a los amantes del automóvil es el hecho de que, quitando las restricciones del motor y realizando algunas modificaciones éste puede entregar más de 850 CV de potencia, lo que lo hace una bestia a la que cualquier superdeportivo debería temer.
Estas cualidades fueron las que lo llevaron a ser uno de los coches protagonistas en la saga Fast & Furious, como anteriormente hemos mencionado. Aquí tenemos la primera aparición del Skyline r34 en la saga, la cual dejó boquiabiertos a la mayoría de seguidores de las películas:
Como ya hemos apuntado, este modelo podía ser enormemente modificado, dando lugar a coches como mostraremos a continuación con los que deberíamos taparnos los oídos si vemos alguno por la calle del estruendo que crea, además de que el rugido de su motor haría callar a cualquier bestia automovilística:
Ahora nos centraremos en el nuevo modelo, el r35, con este modelo no hubo un amor a primera vista como con el anterior, pero también deja boquiabiertos a cualquiera que lo vea/escuche. Si ya el anterior era descabelladamente potente, este no se queda atrás. Actualmente existen dos versiones, la normal y la Nismo. La normal que a su vez cuenta con otras tres versiones de las cuales solo varían los interiores y otras características visuales, cuenta con un motor V6 DOHC de 3,8 L que entrega una potencia de 550 CV con trasmisión automática de 6 velocidades.
